viernes, 5 de julio de 2013

Los sentimientos de Baek Seung Jo Capitulo 3

PARTE 1
Parece que me estoy acostumbrando a vivir con esta chica después de un mes. No, ¿o debería decir que ya me he acostumbrado a los problemas que ella me causa? ke ke. Gracias a la escuela, nuestros encuentros son más numerosos. Un día iba corriendo hacia el baño porque me dolía la barriga, pero sólo pude escucharla a ella cantando a través de la puerta. No puedo evitar querer saber qué hace ella ahí dentro, ¿no quiere salir? Oh, de verdad… Así que de ahora en adelante, me levanto más temprano que ella para usar el baño primero. ¡Es realmente frustrante!
¿Por qué está su cepillo de dientes junto al mío? Incluso a Eun Jo le molesta eso. Debido a que una vez oí que poner los cepillos juntos te hace sentir cosas extrañas, ahora soy yo el que se siente extraño. Esa chica que mueve sus manos diciendo “¡Hola!” aún no sabe ni dónde vivimos. Si actúo como si no me diera cuenta y no la saludo, tendría que escuchar a mi madre regañándome. Si no voy a clase con ella, tendría que escuchar a mi madre regañádome. Si regreso y no la acompaño por el oscuro callejón, tendría que escuchar a mi madre regañádome. Por culpa de esa chica, tengo que soportar todos los sermones que no tuve que escuchar en el pasado, ¡y ella lo sabe! ¡Oh Ha Ni, Señorita Problemática! El sonido de sus disputas con Eun Jo, el ruido que hace subiendo y bajando las escaleras, las voces de sus charlas con mamá, gracias a todo ese ruido, mi casa es un lío. Pero todas esas voces de Ha Ni, me hacen aguzar el oído.
PARTE 2
¿Es así? ¿Será que poco a poco estoy sintiendo a esa chica parte de la familia? En ese momento supe que esa chica estaba jugando conmigo. No pude evitarlo y le pellizqué la cara, y en ese momento sentí un poco de pánico. No suelo hacer contacto con la gente tan fácilmente, ¿por qué esta vez mis manos se movieron de forma natural? ¿Será que estoy aceptando la broma de Eun Jo? Mientras gritaba de dolor, su expresión se volvió fea, pero en ese mometo, creo que estaba un poco linda. Tengo miedo de empezar a reírme, así que me giro rápidamente para que ella no me vea, y justo en ese instante, me doy cuenta de que nuestros corazones se van acercando otra vez!
Siento soplar el viento frío del otoño. Cuando decido llevar a caballito a Oh Ha Ni, ese Bong Joon Gu viene y se me adelanta, no sé por qué pero me sentí un poco enfadado. Definitivamente no tengo planes de llevarla a caballito. No importa lo que pase, pienso que por culpa de Oh Ha Ni mi vida es muy irritante.
En el momento en que los vi abrazándose juntos cuando ganaron el tira y afloja… “¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?” Me duele un poco el corazón. ¿Por qué? Siento que como si mi corazón estuviera atado a algo, como cuando truena en verano, mi humor se volvió gris de repente. ¡Esto no tiene nada que ver conmigo! Esta es la primera vez que trabajo duro en algo. Mientras miro a Bong Joon Gu gritar a pleno pulmón por su ira, no pude evitar que mi humor mejorara.
Esa cabeza de calabaza de Oh Ha Ni me pasó el bastón, y aunque no tenga sentido, su corazón sigue siendo el mismo, ¿por qué eso me hace sentir bien? Últimamente, cuando nos cruzamos y finjimos no habernos visto, no sé por qué pero siento como si mi corazón de contuviera.
PARTE 3
Ha Ni, que se había daño en la pierna, caminaba por la sala sonrojada, dándo lo mejor de sí misma, a pesar de que no haya nada que haga bien. Sólo tuvo que venir mamá a la escuela para que la hiciera feliz, ella estaba sonriente y decía que se sentía afortunada, eso me hace pensar en los solitarios días que tuvo que pasar cuando creció sin madre, y me duele el corazón de repente. Antes de conocerla, ¿cómo era su vida?
“Bi, bi, bong, bong”. Mueve las manos y menea la colita, bailando, ¿por qué es tan linda? Por la mañana, cuando se pone el traje de Bong Bong, aunque suda, divierte a los demás, ella siempre lo hace lo mejor que puede, sin importar lo que sea, eso me hace empezar a sentir que ella es muy linda. En ese momento no lo noté, pero mi corazón dio un paso adelante.
“¡Muy mona!” pero mi corazón volvió a tomar el control de mi lado racional. Yo dije: “¡Baja las escaleras y ayúdala!”, A pesar de que quería pedirle que descansara por su pierna, otra parte de mí le dijo que le pidiera ayuda a mamá. “¡Si no quieres vivir aquí, vete!”. Gracias a dios, no se dio cuenta. Se derritió un poco, mi frío corazón.



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